Con cortes a precios prohibitivos y un bajo poder adquisitivo, el consumo de carne cayó en la Argentina al nivel más bajo de los último cien años, según la Bolsa de Comercio de Rosario.
El consumo anual per cápita este año estará por debajo de los 45 kilos, mucho menos que el promedio histórico de casi 73 kilos. También será inferior al registro de 1920, cuando se consumieron 46,9 kilos por habitante.
Sin embargo, Argentina continúa siendo uno de los países con mayor consumo per cápita de carne. El consumo de carne vacuna en Argentina se encuentra en una tendencia decreciente desde la segunda mitad del siglo pasado, en la medida en que ha ido siendo sustituida por otras fuentes de proteínas.
Esta tendencia se ve agravada por la actual recesión que está atravesando la economía argentina.