La Secretaría de Energía desreguló el precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP) con el objetivo de promover la competitividad de la oferta y la demanda, alentar su expansión y que el precio final al consumidor sea el resultante de los “reales costos económicos”.
En ese sentido, se eliminaron los “Precios Máximos de Referencia” para las etapas de fraccionamiento, distribución y venta al público de garrafas.
De acuerdo a los argumentos expuestos, el objetivo de la medida es “dejar de obstruir el ejercicio de las libertades individuales en el ámbito contractual conforme los principios de libertad de mercado”, esperando mayor eficiencia en lo económico y estimulo de la inversión.