Tras la salida del cepo cambiario, los analistas recalcularon hacia abajo los pronósticos de inflación para abril y mayo. Inicialmente esperaban que el costo de vida se acelerara a un rango de entre 4% y 5% por el impacto de la suba del dólar oficial, pero ahora estiman que será incluso menor a la inflación de 3,7% de marzo.
El dólar oficial tuvo una suba inicial en torno al 10%, y en ese marco, algunas empresas rápidamente enviaron nuevas listas de precios a supermercados con aumentos promedio de 9%. Pero el sector supermercadista los rechazó y algunas dieron marcha atrás y retrotrajeron los precios.
El caso de las alimenticias, resultó paradigmático: habían anunciado alzas en los precios de entre 5% y 16% y, luego de detectar que el dólar se había clavado más cerca de los $1.000 que de los $1.400 del techo de la banda cambiaria, dieron marcha atrás con esos ajustes promedio de 9%.