El papa León XIV asumió el papado de manera oficial con un llamado a construir una Iglesia unida y fomente la reconciliación. También, denunció la existencia de “un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres”.
En su primera misa oficial como pontifice de la Iglesia Católica, llamó a “construir un mundo nuevo donde reine la paz”, ante una multitud de más de 200.000 fieles y líderes mundiales.
León XIV recibió los emblemas papales frente varios líderes mundiales: el palio, una prenda que pende de los hombros y luce sobre la casulla, y el Anillo del Pescador, que se forja de manera especial para cada pontífice.