Los últimos datos oficiales muestran que en marzo se interrupió la recuperación de meses previos. Si bien la expectativa es que se de una recuperación, hay dos dudas sobre dicho rebote: la escasa generación de empleo y la mayor exigencia de dólares por importaciones.
En el tercer mes del año el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC se contrajo un 1,8% mensual. Para los próximos meses las estimaciones privadas son más optimistas, impulsado por una mejora en indicadores vinculados al comercio y la construcción.
Los buenos pronósticos se sustentan en la mayor certidumbre del nuevo esquema cambiario, una devaluación menor a la esperada, y la desaceleración de la inflación.