La Plaza Azopardo, en el corazón del Barrio Ciudadela, se convirtió en epicentro de un proyecto de transformación urbana a través del arte, que involucra activamente a la comunidad.
En ese pintoresco espacio verde, ubicado en calle Lavalle 1850, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán ejecutó trabajos de revalorización integral. Además, con la colaboración de Juan Pablo “Worm” Arango, un reconocido artista urbano de Colombia, se vistió la zona con coloridos murales e intervenciones artísticas.
Las acciones se encuadran en el plan de Musealización y Puesta en valor del Histórico Barrio Ciudadela, que fue lanzado días atrás por la intendente Rossana Chahla y que implicará un trabajo articulado entre el Municipio, la Legislatura y la Universidad Nacional de Tucumán. También colaboran con la iniciativa el arquitecto y urbanista Gustavo Restrepo, el comunicador y gestor cultural Jorge Melguizo y “Worm” Arango, quienes fueron participes activos de un exitoso modelo de transformación urbanística y social de Medellín, Colombia, y esta semana visitan nuestra ciudad para compartir su experiencia.
En el trabajo encarado en la Plaza Azopardo, los vecinos tuvieron activa participación en la elección de los diseños y el contenido de los murales y grafittis que adornan sus muros laterales.
“Vinimos acompañados por tres colombianos que nos contaron cómo transformaron Medellín y nosotros no quisimos quedarnos atrás y los invitamos a acompañarnos para abordar este proceso en la Plaza Azopardo”, comentó Gabriel Lemme, director de Comunicación no Tradicional del Municipio.
El funcionario aclaró que, si bien la placita Azopardo estaba en buenas condiciones, le faltaban ciertos detalles, como trabajos de jardinería y el arte en las paredes, que es lo que se está completando con la colaboración activa de la comunidad. “Estos son procesos transformadores que, a diferencia de venir y hacer una obra o un arreglo de arquitectura o de ingeniería para después retirarse, acá se realiza una interacción con el vecino y con los artistas”, agregó. Lemme dijo que de esta manera “se produce una simbiosis y el producto final del proyecto termina beneficiando a todos, porque de esta forma el vecino se apropia de sus espacios públicos”.
En el mismo sentido, apuntó que “si los vecinos no se comprometen con estos procesos de transformación y con los espacios, será difícil cambiar la ciudad, por lo que se necesita fortalecer el trabajo con todos los actores sociales”.
El funcionario explicó que el objetivo con este tipo de intervenciones es replicar en San Miguel de Tucumán un proceso donde la interacción con el vecino y los artistas es fundamental y genera una “simbiosis” que beneficia a todos y fomenta la apropiación del espacio público.