Un nuevo sondeo nacional expuso que el 80% de las personas, cambiaron hábitos en el consumo como consecuencia de la crisis económica. Los principales recortes se observan en rubros como indumentaria y calzado.
También se observa disminución en el consumo de carne; y se generaliza el reemplazo de primeras marcas por alternativas más baratas.
Esta situación es consecuencia de la situación de ingresos familiares. Un 46,3% de los hogares respondió que sus ingresos no alcanzan para cubrir los gastos mensuales, 29,6% con “algunas dificultades” y 16,7% con “grandes dificultades”.
El consumo masivo se torna cada vez más selectivo y austero, con un impacto visible tanto en los supermercados como en la indumentaria.
