La suba de costos internos y el financiamiento encarecido con tarjeta de crédito dificulta la venta y compra de bienes durables. Este rubro se sostiene con promociones y líneas de crédito propias. En este contexto de volatilidad de tasas de interés se prevé una ralentización de las operatorias.
Si bien se sostienen el nivel de ventas en cantidades, la rentabilidad se ve erosionada. La competencia aumentó con las importaciones. Esto explica el sostenimiento de las ventas, pero la caída en montos.
Este panorama podría empeorar si aumentan las tasas de interés, ya que el costo de mercadería vendida ronda el 75%; obligando a las empresas a quemar stock para pagar sueldos, préstamos y cheques.
