Después de un gran primer tiempo, Los Pumas fueron indisciplinados y sufrieron el rigor de un árbitro implacable, que permitió la recuperación de los Wallabies.
La imagen del final termina siendo la que se lleva el partido. Es injusta, porque Los Pumas defenderon los últimos dos metros, ofreciendo penales a Australia, que terminó buscando el try.
La presión oceánica se hizo insoportable y en la última jugada llegó el golpe de gracia. Los Pumas mostraron orden en la primera mitad, pero terminaron desbordados por la intensidad de los Wallabies. La revancha será dentro de una semana en Sidney.