El Presidente retomó contacto con Mauricio Macri, en medio de versiones de un reclamo de Washington para que el Gobierno nacional refuerce la gobernabilidad de su gestión. Para ello, se designó a Guillermo Francos como mediador e interlocutor. El objetivo es que Milei y Macri discutan una terna de nombres para los ministerios de Seguridad, Defensa y Justicia.
Las gestiones de Francos tienen un obstáculo. El veto de Karina Milei y Santiago Caputo al esquema de cogobierno con el PRO.
Otro problema es que Francos ya cumplió ese rol de presunto mediador ante los gobernadores con pésimos resultados. El jefe de Gabinete no logró articular un esquema de gobernabilidad en el Congreso con apoyo de mandatarios aliados, como consecuencia de repetidas promesas incumplidas de la Casa Rosada.
El PRO fue el principal sostén parlamentario de la exigua agenda de La Libertad Avanza en el Congreso, casi limitada a la ley bases y al sostenimiento del DNU 70/2023 que desreguló los principales precios de la economía.
Como advertencia, el ex presidente lanzó: “Lo más probable es que a partir del 27 de octubre acentuemos en perfil de oposición constructiva y dejemos de ser aliados críticos. La diferencia no es menor”; considerando haber sido demasiado generosos con la cúpula libertaria.
