La intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, junto al presidente del Concejo Deliberante, Fernando Juri, encabezaron este lunes la presentación oficial de la comisión especial que tendrá a su cargo la reforma integral del Código de Planeamiento Urbano (CPU) de la capital.
El espacio de trabajo, integrado por concejales y funcionarios del Departamento Ejecutivo Municipal, tendrá como objetivo planificar y modernizar las normas que regulan el crecimiento urbano, con una mirada estratégica proyectada a los próximos 30 a 50 años.
Forman parte de dicha comisión el secretario de Obras Públicas, Luis Lobo Chaklián, la directora de Planificación Urbana, María Guadalupe Rearte, el subdirector del área, Marcelo Beccari, y la arquitecta Mónica Ailán; junto a los concejales Facundo Vargas Aignasse, Gonzalo Carrillo Leito, Emiliano Vargas Aignasse, Gustavo Cobos, Ramiro Ortega, Carlos Ale, Federico Romano Norri, Leandro Argañaraz, Gastón Gómez y Carlos Arnedo.
Durante el acto, Chahla remarcó la importancia del inicio de este proceso y destacó el carácter participativo de la iniciativa. “Hoy tenemos la posibilidad de comenzar a trabajar juntos en un proyecto clave como es el nuevo Código de Planeamiento Urbano, que tiene que ver con la ciudad que queremos y que soñamos a 30 años”, afirmó.
La intendenta subrayó que San Miguel de Tucumán creció de manera desordenada y sin una planificación integral acorde al aumento poblacional. “Nuestra ciudad no se ha planificado, se fue haciendo a medida que la sociedad crecía. El ritmo del crecimiento urbano no acompañó el crecimiento poblacional, y eso es lo que hoy necesitamos corregir”, señaló.
En ese sentido, explicó que el nuevo CPU buscará incorporar la mirada de múltiples actores de la sociedad. “Necesitamos escuchar a todos: vecinos, constructores, inversionistas, universidades, expertos y a la sociedad civil en general. Este código tiene que surgir de distintas voces y del consenso”, sostuvo. Además, adelantó que incluso se utilizarán herramientas digitales y simulaciones para proyectar escenarios urbanos futuros.
Chahla estimó que el proceso de diagnóstico demandará alrededor de seis meses. “Esto no es solo decir qué queremos hacer, sino definir cómo lo vamos a hacer y quiénes lo van a hacer. Es un proceso serio y profundo”, indicó. Además, destacó que la planificación urbana estará estrechamente vinculada a la movilidad, el ambiente y la infraestructura. “La movilidad urbana va de la mano del código. Tenemos que decidir entre todos qué tipo de ciudad queremos, no solo para hoy, sino para el corto, mediano y largo plazo”, argumentó.
Respecto a los reclamos vecinales vinculados al acceso al agua y al crecimiento edilicio, la intendente planteó la necesidad de un reordenamiento territorial. “No podemos negar el derecho a la vivienda. Lo que tenemos que hacer es generar la infraestructura adecuada para acompañar el crecimiento poblacional y evitar asentamientos precarios”, afirmó. En materia ambiental, adelantó que el nuevo código incorporará normas de cumplimiento obligatorio. “No alcanza con tener normas, ahora tenemos que cumplirlas”, enfatizó.
