El presidente Javier Milei prepara la emisión cero, para secar los pesos y evitar corridas, y obligar a que la gente venda sus dólares para afrontar sus gastos corrientes, como un primer paso para una dolarización de hecho, evitar la inflación y la suba del dólar.

“Si, Milei quiere que toda la clase media comience a sacar los dólares del colchón, las cajas de seguridad o los traigan de afuera. Se estima que los argentinos tienen 400 mil millones de dólares”, señalan miembros del equipo económico. En un proceso de dólar estable y alta inflación, el dólar pierde poder adquisitivo y no es negocio encanutarlo.

Ese “Plan Colchón” implica que en los primeros cuatro meses de gestión la inflación acumulada habrá sido de 90% y habrá licuado ingresos de la clase media, salarios y jubilaciones. De ese modo, muchas familias y Pymes se verán obligadas a afrontar sus gastos corrientes con los dólares del colchón porque no tienen pesos. Algo que en rigor ocurre desde hace varios meses, incluso en el gobierno de Alberto Fernández.

Milei tiene la lectura de que cada vez que aumenta la cantidad de pesos por crecimiento de la economía, ante una época de bonanza, el Banco Central tiene que emitir pesos para que la economía se mueva según la demanda de dinero para las transacciones de bienes y servicios. Pero cuando el ciclo de dos años se termina, todos los actores económicos salen a buscar dólares y cuando eso pasa hay una corrida cambiaria y el dólar pega un salto.

El economista liberal Diego Giacomini, ex socio de Milei, reaccionó este miércoles en la red X y señaló: “#YoTeAvise muchas veces, lo vengo haciendo hace 3 meses. Acá tenes un video abajo en el cual te explicaba lo que ayer confesó el burócrata que no es tu representante (como explica el liberalismo radical). Si lo fuera, podrías impedir que hiciera cosas contra vos; y no podes”, dijo. Giacomini señaló que “Milei pretende que escupas dólares y pagues impuestos y todos los gastos con los dólares que escupís, el Estado se quiere apoderar de los dólares que escupis”.

Como los ahorristas cambian sus dólares en las casas de cambio, luego el Banco Central se hace de esos dólares cuando emite pesos para comprar divisas. Y así los dólares terminarían en manos del Estado, el mismo Estado al cual Milei no le quiere reconocer ninguna injerencia en la libertad.