Tras el triunfo electoral, el Gobierno presentará en diciembre la reforma laboral y tributaria en la Cámara de Diputados.
Los proyectos se tratarían con la nueva conformación legislativa, y el oficialismo nacional contará con un tercio en ambas cámaras. De esta manera, se acercó al número que le permitiría aprobar leyes sin depender de la oposición.
En el Ejecutivo trabajan con sectores dialoguistas la letra chica de la iniciativa, para conseguir apoyos durante el tratamiento de ella.
El secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social anticipó que la reforma laboral busca reformar las leyes laborales y se incluye el concepto de “salarios dinámicos”, el cierre de convenios por empresas en reemplazo de por actividad y la posibilidad de negociar paritarias por empresas.
Se implementarían adicionales salariales individuales “por mérito”, la creación de un banco de horas trabajadas y la opción de pagar sueldos en distintas monedas. El objetivo es adaptar las negociaciones salariales a la realidad de cada empresa y región.
Entre alguno de sus puntos más polémicos se mencionan: ampliación de 8 a 12 horas de la jornada laboral; posibilidad de pagar una parte del salario en “ticket canasta o restaurant”, posibilidad de que los empresarios paguen en hasta 12 cuotas indemnizaciones o multas provenientes de litigios en la justicia.
