Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en abril los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.
En promedio, la participación del productor explicó el 31,4% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de frutilla (81%), mientras que la menor fue para los de limón (8,1%).
Según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas del rubro alimentos y bebidas acumulan una caída del 23,8% en los primeros cuatro meses del año frente al mismo período de 2023, reflejo de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una detracción de la demanda.
Además, durante el primer cuatrimestre del año, todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también al aumento del transporte y la logística,luz, gas, patentes e impuesto inmobiliario, arrendamientos, combustibles, fertilizantes y repuestos de maquinarias, por citar algunos.