Si bien la escena transmitida dejó entrever un sinnúmero de abrazos y felicitaciones de los CEOs al Presidente Javier Milei, existen dos espacios diferenciados. Un primer sector, afecto a las medidas de ajuste, y en primera plana, cuyo modelo de negocios tiene presencia regional o global y le permite soportar la recesión, ante un segundo sector, que dependen más del mercado interno. Es decir, existe una recesión desigual.
Los empresarios con posicionamiento fuera del país, felicitaron al primer mandatario y celebraron el discurso que duró una hora y cuarto, haciendo hincapié en la promesa de reducción de impuestos y defenderlos como los únicos creadores de riqueza genuina. El presidente aseguró el rumbo económico, pero descartó otra devaluación, sosteniendo que la recuperación económica deberá empezar con un sacrificio de descapitalización. ¿De quién, está por verse?
Un joven Ceo manfiestó: “Alguien me puede preguntar: ¿Estamos aguantando? Sí, es que queremos ir a lo que no tuvimos en los últimos 20 años”. “¿Qué necesitamos? Un macro ordenada, un ratito nomás, 3 o 7 años”.
Este año, dos de los paneles más celebrados fueron el de Federico Lauría (manager de Bizarrap, que habló sobre la Generación Z) y Emiliano Kargieman (Satellogic), que les dijo a los empresarios que la única forma de preservar la Tierra es vivir fuera de ella.
Milei habló del dólar, de los impuestos, del aumento de los salarios de los senadores y hasta de las elecciones de 2025. Defendió la sanción a las empresas de medicina prepaga con esta frase: “puede ser que en algún momento haya algunas correcciones vía defensa de la competencia. Todos tendrán entendido de lo que les estoy hablando. Digo, pero salvo cosas así puntuales y que son propias de la transición, esas cosas no van a existir nunca más”, prometió.
También preguntó a la audiencia “¿para qué quieren un dólar más alto?”. El Presidente abundó que la competitividad cambiaria deberá llegar, en lo sucesivo, más por desregulaciones y baja de impuestos que por subas periódicas del tipo de cambio, que tienen riesgo de acelerar la inflación.
En una arenga final, el presidente les dijo a los empresarios que “tienen que poner las pelotas, van a tener que invertir y se van a tener que jugar para que se abran las aguas”. El Gobierno es conciente de la necesidad de contar con el sector privado y su confianza para aumentar la inversión, y mostrar señales de recuperación.