El Gobierno dispuso el jueves 11 de abril una baja de la tasa de política monetaria de 10 puntos porcentuales y la llevó al 70. Hoy los bancos pagan a sus clientes, que los llevaron a entre el 68% y el 65%. La duda es que tanto marge existe para continuar bajando, sin que impacte en subas en otros dólares.

La nueva tasa del BCRA equivale a un rendimiento efectivo mensual (TEM) 5,4% y una tasa efectiva anual (TEA) de 101,2%. Los bancos están pagando por el plazo fijo alrededor de un 5,3%, un número muy negativo respecto de la inflación, que fue del 11% en abril.

La baja en la tasa no sorprende en un contexto donde la inflación muestra desaceleración rápida. Sin embargo, la política monetaria del Banco Central (BCRA) no está relacionada a la evolución del índice de precios al consumidor (IPC), si no con el objetivo del Gobierno de intentar controlar la emisión de pesos y licuar los stocks en circulación.

El BCRA se está fortaleciendo en su tarea de sanear el balance; para eso necesita reducir la cantidad de pesos y aumentar los dólares. Hasta cierto punto, ha ido bien; porque se licuaron pesos, ahorros y aumentó las reservas, a costa de acumular u$s9.000 millones de deuda comercial nueva.